CODUE advierte sobre crisis de salud mental que afecta a la familia dominicana
El CODUE dijo que ante la «ola aterradora» de ataques a la familia y, en especial a la niñez, es necesaria la oración permanente de las comunidades de fe, y al mismo tiempo, pensar de manera seria en una cruzada nacional ante la situación de crisis de salud mental generada en el ambiente doméstico.
El Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE) alerta sobre la creciente crisis de salud mental en la República Dominicana y su impacto en la familia, exhortando a una acción colectiva y espiritual para enfrentar esta problemática.
El presidente de la entidad, Feliciano Lacen Custodio, es de opinión de que la sociedad atraviesa uno de sus momentos más sombríos y perturbadores, donde los niveles de violencia intrafamiliar aumentan de manera sistemática y donde las autoridades gubernamentales y estatales no reaccionan ante una realidad que desborda los parámetros morales y de comportamiento social. «Estamos ante una realidad que nadie puede negar: la nación se encuentra en una crisis moral y espiritual, y los hechos de las últimas horas, donde miembros de familias dominicanas han sufrido violencia interna con lamentables consecuencias, los cuales indican la necesidad urgente de proteger nuestras familias, cubriéndolas con la oración y la protección de Dios», añadió Lacen Custodio.
El presidente de CODUE sostiene que la sociedad dominicana se encuentra afectada por una «guerra contra un enemigo invisible», una realidad con bases espirituales y de descomposición moral y espiritual, que debe ser enfrentada con oración y acción ante una realidad presente, en lo más profundo de nuestra sociedad, y que dirige sus «cañones» hacia las familias.
El pastor Lacen Custodio es partidario de que las iglesias, sin importar su confesión de fe, los colegios de filosofía cristiana, las universidades y las entidades sin ánimo de lucro tienen la gran responsabilidad de no quedarnos de brazos cruzados ante esta situación; debemos poner a disposición de las comunidades pastores, consejeros de familias, profesionales de la psicología y psiquiatras cristianos experimentados, hombres y mujeres diestros con discernimiento espiritual para trabajar de manera preventiva sobre la problemática de la violencia.
El presidente de CODUE recomendó que la sociedad debe conectarse con Dios ante la «operación de las fuerzas del mal», que funcionan en la esfera social y que muchos persisten en negar, de acuerdo a lo que establecen las Sagradas Escrituras en Efesios 6:12, y la situación de la salud mental, que, de acuerdo con el estudio «Impacto de la salud mental en el sistema de salud dominicano» realizado por IQVIA, la República Dominicana se encuentra dentro de los 10 países de la Región de las Américas con mayor carga en trastornos mentales y el primero entre los países de Centroamérica y el Caribe.
La «ola aterradora» de violencia intrafamiliar y su relación con la salud mental
El CODUE destacó la «ola aterradora» de ataques a la familia, en especial a la niñez, como un reflejo de la crisis de salud mental que se vive en el país. Según la entidad, esta situación requiere de una respuesta integral que incluya tanto la oración permanente de las comunidades de fe como una cruzada nacional para enfrentar los problemas generados en el ambiente doméstico.
El presidente del CODUE, Feliciano Lacen Custodio, señaló que la sociedad dominicana atraviesa uno de sus momentos más sombríos y perturbadores. «Los niveles de violencia intrafamiliar aumentan de manera sistemática, y las autoridades gubernamentales y estatales no reaccionan ante una realidad que desborda los parámetros morales y de comportamiento social», afirmó Lacen Custodio.
Llamado a la protección espiritual de las familias
Lacen Custodio enfatizó que la nación está inmersa en una crisis moral y espiritual que se refleja en los recientes casos de violencia intrafamiliar, los cuales han tenido consecuencias trágicas. «Estamos ante una realidad que nadie puede negar: la nación se encuentra en una crisis moral y espiritual. Los hechos de las últimas horas indican la necesidad urgente de proteger nuestras familias, cubriéndolas con la oración y la protección de Dios», agregó.