Cumbre de capacitación ministerial «Tendencias peligrosas».
El Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE) celebró recientemente su Cumbre de Capacitación Ministerial bajo el título «Tendencia peligrosa», un evento clave que reunió a líderes, pastores y figuras destacadas de la comunidad cristiana para abordar los desafíos actuales que enfrenta la iglesia, la familia y la sociedad en general.
Feliciano Lacen Custodio, presidente de la entidad, subrayó que el objetivo principal de la cumbre era generar una reflexión profunda sobre el rumbo que está tomando la sociedad, y cómo los valores morales y espirituales están en peligro de ser erosionados si se continúa por el camino de tendencias nocivas que afectan la estructura familiar y los cimientos de la fe cristiana.
El pastor Feliciano Lacen Custodio presidente del Codue explicó que la cumbre no solo era una plataforma para el análisis, sino también un espacio de formación donde líderes cristianos podían equiparse con herramientas para enfrentar estos retos. En un contexto donde los principios éticos y espirituales parecen estar bajo ataque, la iglesia tiene la responsabilidad de mantenerse firme como una voz profética en la sociedad. La familia, como pilar fundamental de cualquier comunidad, es una de las instituciones más afectadas por las corrientes ideológicas y culturales que buscan redefinir los valores tradicionales. En este sentido, la cumbre ofreció una oportunidad para discutir estrategias pastorales y comunitarias que fortalezcan tanto a las iglesias como a las familias, con el fin de preservar los valores fundamentales del cristianismo.
El evento tuvo lugar en el Hotel Crowne Plaza de la Avenida George Washington y contó con la participación de líderes reconocidos como el Obispo Franco Aquino, el Dr. Gabriel Elías Paulino, el Pastor Manuel Bello y la Misionera Omayra Álvarez, quienes presentaron ponencias que exploraron desde diferentes ángulos la situación actual de la iglesia y sus implicaciones. Cada uno de los oradores destacó la importancia de un liderazgo sólido y una comunidad de fe comprometida con los principios del Evangelio. Se abordaron temas como la relativización de la verdad, el aumento del secularismo y la presión social para adaptarse a las modas y tendencias que, según los oradores, distorsionan la moralidad bíblica.
En un mundo donde los avances tecnológicos y la globalización han acelerado los cambios sociales, la cumbre hizo hincapié en que es vital que la Iglesia no pierda su enfoque en el mensaje transformador de Cristo. Los líderes religiosos presentes coincidieron en que la sociedad necesita un renovado compromiso con los valores espirituales, no solo para la preservación de la Iglesia, sino también para el bienestar general de la humanidad. «El camino que seguimos como sociedad tiene consecuencias profundas, y si no hacemos un alto para reconsiderar nuestras acciones, podríamos enfrentarnos a graves crisis éticas y morales», advirtió Lacen Custodio durante su intervención.
Finalmente, la cumbre concluyó con un llamado a la unidad y a la acción concreta. Los participantes fueron exhortados a ser agentes de cambio en sus comunidades, promoviendo una cultura de respeto, amor al prójimo, y defensa de la verdad en medio de una sociedad que, en muchos aspectos, parece haber perdido el rumbo moral. Se destacó la necesidad de trabajar en conjunto, más allá de denominaciones y diferencias, para enfrentar los desafíos actuales y construir una sociedad más justa, solidaria y alineada con los principios divinos.
Este tipo de eventos reflejan el compromiso del CODUE con la formación y capacitación de líderes que puedan enfrentar los retos espirituales y sociales de hoy en día, reafirmando que la iglesia tiene un rol crucial en la construcción de una sociedad más ética y con valores firmes.